¿QUÉ ES EL TF?
El trastorno facticio implica comportamientos engañosos que se utilizan para falsificar los síntomas o inducir lesiones.
Los síntomas y enfermedades falsificados más comunes incluyen dolor abdominal, artralgia, dolor en el pecho, coagulopatía, diarrea, hematuria, hipertiroidismo, hipercortisolismo, hipoglucemia, infecciones, convulsiones, heridas en la piel que no sanan, vómitos y debilidad.
Los pacientes pueden fingir síntomas y enfermedades fabricando síntomas, induciendo enfermedades, agravando una enfermedad auténtica y existente al no adherirse a las recomendaciones médicas, manipulando instrumentos médicos o pruebas de laboratorio y falsificando registros médicos.
El curso habitual de la enfermedad es intermitente y la recuperación a largo plazo es poco frecuente.
SÍNTOMAS
Se puede sospechar por varias pistas, incluyendo altos índices de utilización de la atención médica, evasividad en proveer historia, negativa a conceder acceso a antecedentes médicos previos, inconsistencias en la historia, exámenes y pruebas de laboratorio, larga y extensa evaluación clínica que es negativa y mala respuesta a los tratamientos estándar para la enfermedad en cuestión.
El diagnóstico de trastorno facticio impuesto a uno mismo requiere de cada uno de los siguientes:
🔹 Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos, o inducción de lesión o enfermedad, asociada con un engaño identificado.
🔹 El individuo se presenta a sí mismo como enfermo, discapacitado o lesionado.
🔹 El comportamiento engañoso es evidente incluso en ausencia de obvias recompensas externas.
🔹 El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
El diagnóstico diferencial del trastorno facticio incluye trastornos médicos y mentales generales, trastorno de personalidad límite, trastorno de conversión, trastorno delirante y trastorno de síntomas somáticos.
TRATAMIENTOS
Ninguna terapia ha demostrado gran eficacia en el tratamiento de estos pacientes, la literatura remarca lo dificultoso que es, sin embargo, se sugiere psicoterapia como tratamiento de primera línea, en lugar de farmacoterapia o ningún tratamiento.
Es importante centrar el tratamiento en el manejo más que en la curación, identificando rápidamente el trastorno para evitar gran cantidad de procedimientos diagnósticos. El uso de la confrontación es un tema controvertido, pero necesario de realizar. Los mejores resultados se obtienen con la combinación del tratamiento médico y psicoterapéutico, de orientación psicodinámica o cognitivo conductual.
El manejo debería incluir:
🔹 El tratamiento de condiciones médicas o quirúrgicas autoinducidos.
🔹 La educación del personal médico/quirúrgico con respecto a la conducta de enfermedad y la dinámica facticia, a reducir los sentimientos del clínico de la ira, la frustración y la impotencia
🔹 Proteger al paciente de autolesión o procedimientos nocivos.
🔹 El intento de limitar el cuidado de un paciente a un servicio de atención primaria.
Seguimiento:
El pronóstico es muy malo, pues los pacientes tienen escasa conciencia acerca de su anomalía, así eluden cualquier tratamiento psiquiátrico. Lo más importante es su tratamiento médico (para evitar la iatrogenia), más que intentar su curación.
Son trastornos de difícil diagnóstico y más difícil tratamiento. Un trabajo interdisciplinario permanente brindará una herramienta segura para la detección de estos pacientes y para implementar un abordaje terapéutico adecuado.